La Reina Cleopatra de Egipto

La Reina Cleopatra de Egipto - Representación Popular versus Realidad
La Reina Cleopatra de Egipto es a menudo representada en los tiempos modernos -- en trabajos que van desde obras de teatro hasta la pornografía -- como una persona trágica y malentendida. Entre las más populares de estas representaciones está la película "Cleopatra," ganadora del Oscar en 1963, en la cual Elizabeth Taylor representó a la Reina y Richard Burton a Marco Antonio. La historia pinta un cuadro muy diferente, con el historiador antiguo Josefo describiendo a Cleopatra como "una mujer que no dudaba ante cualquier maldad."

Cleopatra (enero 69 a.C - noviembre 30, 30 a.C.) fue una co-regente helenística de Egipto junto con sus hermanos/maridos Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV. Más tarde se convirtió en la gobernante suprema de Egipto al consumar una relación adúltera con Gayo Julio César que solidificó su control del trono. Después del asesinato de César, Cleopatra se alineó con el segundo hombre de César, Marco Antonio, en otra relación adúltera. En total, Cleopatra tuvo cuatro hijos, uno de César (Cesarión), y tres de Marco Antonio (Cleopatra Selene II, Alejandro Helios, Ptolomeo Filadelfo). Sus matrimonios con sus hermanos no tuvieron hijos. Es posible que nunca fueran consumados debido a que nunca se quisieron, sino que fueron rivales a muerte por el trono de Egipto.

La Reina Cleopatra de Egipto - Lugar en la Historia
El reino de la reina Cleopatra de Egipto marcó el final de la Era Helenística en Egipto y el comienzo de la Era Romana en el Mediterráneo oriental. Su hijo con Julio César, Cesarión, gobernó brevemente, sólo de nombre. Al tomar Egipto, Octavio (el sobrino nieto de Julio César, quien también se llamaba César Augusto, y quien gobernó Roma en el tiempo del nacimiento de Cristo) condenó a Cesarión a muerte con la declaración: "Demasiados Césares." Sus otros hijos con Marco Antonio fueron llevados a Roma y adoptados por la esposa de Marco Antonio, Octavia, quien también era la hermana mayor de Octavio.

Una excelente nota final de esta historia es que Octavia se convirtió en una de las más prominentes mujeres en la historia de Roma, respetada y admirada por sus contemporáneos por su lealtad, nobleza, y humanidad, y por mantener las virtudes femeninas tradicionales en Roma. Su cuidado y amor por los retoños de la relación adúltera de su esposo con Cleopatra simplemente le añadió a su estatus romano de mujer virtuosa. Octavia vivió en un tiempo cuando muchos sucumbieron a la traición e intriga -- un sorprendente contrapunto en comparación con la vida de la Reina Cleopatra, y las relaciones adúlteras que ella usó para adquirir poder y apartar a Marco Antonio de Octavia.

La caída de Marco Antonio y Cleopatra fue tan sórdida y trágica como sus vidas. Marco Antonio lideró fuerzas combinadas terrestres y navales en la Batalla de Actium, pero perdió ante las fuerzas mejor equipadas y entrenadas de Octavio. La Reina Cleopatra huyó de la batalla, y la leyenda popular implica que Marco Antonio abandonó su puesto de comando para seguirla a Egipto. La evidencia indica que las fuerzas de Marco Antonio simplemente desertaron para unirse con las de Octavio, en una expresión masiva de disgusto ante la inmoralidad y poca disciplina de su comandante. Con el desembarco de las legiones de Octavio en Egipto, Marco Antonio se suicidó, conociendo su próximo destino a manos de la justicia romana. De acuerdo con el doctor Olimpo (un testigo ocular), fue traído a la tumba de la Reina Cleopatra y murió en sus brazos. Varios días después, Cleopatra murió por una auto-infligida mordedura de serpiente. Octavio, esperando en un edificio cercano, fue informado de su muerte, y fue a ver por sí mismo que había muerto.

La Reina Cleopatra de Egipto - Su Muerte
La Reina Cleopatra de Egipto, en palabras de historiadores antiguos y sus contemporáneos, fue una seductora adúltera y asesina que conspiró en el hundimiento de su propia familia, de compatriotas, y poderosos romanos. Su muerte, por su propia mano, fue el último intento desesperado de una mujer inmoral para controlar, al menos, su propio fin, habiendo perdido toda su riqueza acumulada, su poder, y sus amantes.

La Reina Cleopatra de Egipto - El siglo anterior al nacimiento de Cristo
La Reina Cleopatra de Egipto luchó por el poder de Egipto al mismo tiempo que Roma luchaba una guerra civil sangrienta. Seis años antes de su nacimiento, Pompeyo el Grande intervino en un conflicto judío en el 63 a.C., tomando Jerusalén y luego entrando al Lugar Santísimo en el Templo de Jerusalén. El pueblo judío nunca lo perdonó. Años después, durante la Guerra Civil Romana, en el 47 a.C., Pompeyo huyó de César después de perder la batalla de Farsala en Grecia. Él ni siquiera intentó pedir ayuda a los judíos. Aunque Pompeyo fue asesinado por los egipcios, el pueblo judío se unió a dos grandes unidades -- una bajo el mando del Sumo Sacerdote, Hircano, y la otra bajo el mando del Idumeo, Antípater. Ellos ayudaron a César a vencer a los egipcios, a poner a Cleopatra de nuevo en el poder, y contribuyeron significativamente al éxito de César en Egipto.

La recompensa de César por este servicio sería elevar a Antípater (el padre de Herodes) a Regente en Jerusalén, en el 47 a.C. Los romanos también confirmaron a Hircano, el líder de la secta judía conocida como los Fariseos, como Sumo Sacerdote de por vida, y le concedieron ciudadanía romana permanente a todos los judíos que pelearon con las legiones en Egipto. Como resultado, los Fariseos se convirtieron en el poder religioso y secular dominante en Palestina, y dominaron el liderazgo del Templo hasta destruir el general romano Tito Vespasiano a Jerusalén en el 70 d.C.

El surgimiento de los fariseos al poder consolidó la hirviente amargura política entre los saduceos y los fariseos. Esta amargura era una parte prominente del panorama político nacional de Palestina durante la vida y el ministerio de Cristo.

Una nota final fascinante es, que es posible que el padre o abuelo del apóstol Pablo recibió la ciudadanía romana por servir como soldado en la campaña de Egipto, la cual pasaría a sus hijos. Pablo usó este privilegio de ciudadanía en Hechos 21, para apelar su caso legal al César. Uno descubre que a través de este proceso, y utilizando el privilegio de ciudadanía romana, Pablo llevó el mensaje del Evangelio de Cristo al corazón de Roma y al trono de César.